El mundo de las empresas multiculturales ha traído nuevas preocupaciones para los departamentos de comunicación interna, lo que antes era parte de una actividad de rutina, como por ejemplo, enviar un saludo por las festividades de navidad hoy puede convertirse en un elemento de ruido dentro de las organizaciones.
Y es que en un ecosistema multicultural las sensibilidades ante temas de carácter religioso o de tradiciones, están a la orden del día. En mi práctica profesional muchas veces me consultan qué hacer con relación al mensaje de las fiestas navideñas y mi respuesta siempre es la misma, hay dos opciones, cada una se adaptará a lo que la organización haya definido dentro de su visión de relacionamiento interno.
La primera opción requiere que la empresa tenga bien documentada a la población interna hacia la cual quiere dirigirse. Esto significa conocer sus religiones, lugares de nacimiento, estudios, etc. También será necesario hacer algo de investigación acerca de costumbres tradicionales y religiosas de ese universo que integra el equipo. De esta manera se podrán crear mensajes especiales para todas y cada una de las festividades religiosas o culturales de las que los individuos participan. En este sentido, el mensaje de navidad será sólo uno más de los que se envían a lo largo del año. Esta opción puede generar un gran sentido de pertenencia por parte de los miembros del equipo, y un espíritu de diversidad inigualable. Sin embargo, esto requiere de un compromiso férreo de la organización por entender las dimensiones reales de su diversidad.
La segunda opción es optar por desarrollar para un mensaje neutro, que celebre las festividades de fin de año, más que la navidad como fiesta religiosa. De esta manera no se hieren sensibilidades, la empresa disminuye el riesgo de que sus públicos internos sientan que existen preferencias por un grupo en específico y además se puede aprovechar para hacer un balance del año calendario que está finalizando. Esta es la opción por la que han optado gran cantidad de organizaciones, es más sencilla, aunque deja de lado la oportunidad de generar espacios de diversidad.
Si una cosa nos ha enseñado esta era de empresas “hiperglobalizadas”, es que la gente que forma parte de ellas demanda, cada vez más, de sus organizaciones un involucramiento a niveles que trasciende el contrato laboral. Hoy los individuos, altamente conectados y comprometidos con causas, buscan que sus lugares de trabajo les ofrezcan características similares.
Entender estas nuevas dimensiones es una tarea que muchas organizaciones tienen pendiente. El eje sobre el cual girará el éxito de las empresas en los próximos años, estará más que nunca ligado al compromiso que sus equipos de trabajo tengan no sólo con la productividad de la empresa sino fundamentalmente con lo que ésta representa para la sociedad como un todo.
No se tome a la ligera los mensajes en esta época, no importa cuál sea la dimensión de la empresa en la que trabaja aproveche cada oportunidad para generar compromiso y fortalecer su marca.
Una versión de este artículo fe pubicada en el diario La Prensa de Panamá el 15/12/2013: http://www.prensa.com/impreso/opinion/multiculturalidad-y-fiestas-fin-ano-diana-medina/243941
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