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Ética, Gobierno Corporativo, Riesgo, Transparencia

Cuando todos los controles fallan

Recordarás el artículo que publiqué recientemente acerca de la caída de Gowex en España, en esa oportunidad me limité a ver el caso desde la perspectiva de la gestión de crisis reputacional, pero como bien anunciaba, ese caso ofrecía también un buen ejemplo de lo que significa tener una supuesta «gobernabilidad corporativa» que en realidad era para cumplir con una mera formalidad sin que tuviera ninguna injerencia real en el control y supervisión de la empresa.GOWEX

Cuando Jenaro García, ex-presidente de Gowex decidió confesar que efectivamente había estado maquillando los estados financieros de la compañía, asumió el 100% de la responsabilidad y señaló que el Consejo de Administración de la empresa confiaba tanto en él que le delegó todas las decisiones, y al parecer no sólo eso sino también la revisión minuciosa de los reportes financieros.

Como bien señala una artículo publicado por El País (http://elpais.com/elpais/2014/07/11/opinion/1405105010_584868.html), “la asunción de todas las responsabilidades de ese falseamiento contable por parte del presidente de la compañía no exime completamente a los miembros del Consejo de Administración de sus responsabilidades como administradores”.

Yo me atrevería a decir que no exime en “NADA” al Consejo de Administración. Esta instancia corporativa tiene la función, bien sea como una unidad o a través del Comité de Auditoría, de revisar con rigurosidad la evolución de la compañía, así como evaluar las decisiones tomadas en función del logro de la estrategia. Demás está decir que por mucho que se tuviera plena confianza en el presidente y fundador de Gowex, este Consejo de Administración actuó como “mirón de palo” cuando su rol debió ser activo para aprobar, verificar, vigilar, asegurar, conocer y requerir toda la información que fuese necesaria para asegurar la actividad de la compañía dentro de las normas éticas y legales.

mudo_ciego_sordoEs evidente que desde el punto de vista de controles internos fallaron todos los mecanismos. Dónde estaban esas “líneas de defensa”, como las llama mi amigo Edwin Ríos (@edriosh) especialista en gobierno corporativo, que desde las instancias de gerencia, pasando por las áreas de control, riesgo y cumplimiento, hasta llegar al Consejo de Administración voltearon la vista y permitieron que durante 10 años (en las etapas tempranas del caso se había informado que eran sólo los últimos 4 años, las investigaciones han arrojado que realmente fueron los últimos 10), sistemáticamente no sólo se maquillaran los resultados, sino que se montaran todo un entramado de figuras jurídicas que posibilitaban la actuación fraudulenta de la compañía.

Un segundo actor a considerar es la auditoría externa. La empresa encargada de las auditorías de Gowex, certificó durante años la validez de las cuentas que «reflejaban el colosal crecimiento de Gowex en plena crisis económica: entre 2011 y 2013 multiplicó por tres las ventas y por cinco los beneficios». Durante esos años, José Antonio Díaz Villanueva, auditor de Gowex, cobró sus servicios a dicha compañía sin declarar ni un solo ingreso a la Hacienda Pública, según asegura el diario El País.

Por su parte, tanto el ente regulador de las firmas de auditoría, como el que permitió la cotización de las acciones de Gowex, quedan en entre dicho. Estos organismos deben ahora darse a la tarea de revisar y evaluar «aspectos como la calidad y homologación de las firmas de auditoría, la adaptación de los administradores o la adecuación de la evolución de la cotización bursátil a la información disponible… De la calidad de esas funciones de regulación y supervisión dependerá la necesaria transición hacia mercados financieros verdaderamente fiables”.

Como si todo esto fuera poco, Hacienda no verificó la realidad de los datos contables declarados al fisco por la veintena de sociedades que integraban el Grupo Gowex en, al menos, los últimos diez años. “Las declaraciones presentadas por las sociedades integrantes del grupo durante los últimos cuatro años por todos los conceptos impositivos que las afectan no han sido objeto de comprobación por parte de las autoridades fiscales”, declararon al diario El País. Todas las sociedades creadas por el grupo implementaron la fórmula de presentar sus cuentas consolidadas con la matriz, por lo que ninguna empresa del grupo, matriz o filial, fue objeto de comprobación fiscal.

Como diría algún astrólogo, al parecer todos los astros se alinearon para que los responsables del fraude y escándalo de Gowex tuvieran un éxito temporal. Los amigos de Gothan Research, a pesar de las críticas que se hacen a sus métodos, ha logrado desenmascarar un gran escándalo, que al parecer aun tienen más de donde cortar, porque Gothan ha prometido un segundo informe sobre Gowex.pollo sin cabeza

Como pollo sin cabeza

Gowex hoy se encuentra en un verdadero predicamento. Once personas de su cúpula directiva y gerencial han sido imputadas. Al día de hoy la empresa no tiene presidente ni gerentes de primera línea. Uno de los imputados, Javier Solsona, el segundo mayor accionista y director ejecutivo de Gowex, ha solicitado ante el juez de la causa que ante el vacío administrativo le permita ejercer el cargo de presidente bajo la supervisión del interventor de la compañía. Hay 200 empleos dependiendo aun de Gowex y no hay nadie que se haga cargo del pago de planillas y proveedores.

Los colaboradores de Gowex  así como los accionistas minoritarios han llevado la peor parte. Los colaboradores han continuado asistiendo a sus puestos de trabajo sin saber a ciencia cierta si cobraran sus sueldos, pero lo han preferido así, para evitarse el riesgo de que sus beneficios laborales sean suspendidos por haber abandonado el puesto de trabajo. Por otra parte, los accionistas minoritarios, muchos de ellos habían invertido todos sus ahorros en esta empresa, han quedado sin nada, dado que los últimos informes señalan que «el valor de las acciones en caso de que se levantara la suspensión estará muy cercano a cero, ya que la compañía está en quiebra, y el valor no tiene ninguna liquidez”. Jenaro García ofreció sus acciones para reparar el daño que han sufrido los inversionistas por lo que esa “bondadosa” oferta no significa nada.

Gowex-1jul14Este caso no deja de sorprenderme. Efectivamente el señor García debe ser un líder con mucha potencia, porque el descubrimiento del enredo ha dejado paralizados a todos los vinculados con la empresa. Gowex quedó en animación suspendida, la sensación de duelo que transmiten los colaboradores cada vez que declaran, me hace suponer que más allá del miedo natural de perder sus empleos, hay un verdadero sentimiento de desilusión y traición. En un video que fue publicado en YouTube días antes de la fatal confesión (lamentablemente fue bajado de la red), se podía apreciar el carisma de Jenaro García y la capacidad de liderazgo que tenía sobre los colaboradores de Gowex. En el video se veía al ex-presidente, arengando a sus colaboradores haciendo burlas de la empresa Gothan y alardeando de la capacidad de operación de la empresa que hasta en ciudad Gótica pondrían Wifi.

Gowex me ha dejado pensando que las empresas deben estar atentas ante los liderazgos que son capaces de cegar a una compañía completa, a su Junta Directiva y a sus accionistas ¿Se te ocurren algunos mecanismos que en el marco de las normas de Gobierno Corporativo apoyen a las empresas en la mitigación de este riesgo?

Fuente: http://elpais.com/elpais/2014/07/11/opinion/1405105010_584868.html

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